El cumplimiento normativo, especialmente durante los últimos años, ha sufrido un importante proceso de cambios, en el cual podemos destacar que pese a su función básica de ser un proceso legal sencillo, ha migrado a ser un componente primordial para las organizaciones.

Las organizaciones están concientizando cada vez más la relevancia de la gestión de cumplimiento en una forma dinámica y que se refleja en la creación de roles como las vicepresidencias de gestión de cumplimiento en el caso de las grandes empresas, o, los oficiales de cumplimiento en el caso de pequeñas empresas.

Producto de esta evolución, cabe destacar que el sector financiero adopta un sentido más avanzado en cuanto a la gestión de cumplimiento y han establecido rigurosos modelos y roles especialmente comprometidos en ser garantes del cumplimiento normativo y mitigar cualquier riesgo asociado. Dado a la naturaleza de sus recursos, el sector bancario representa una de las industrias más supervisadas.  

A continuación, citamos algunos retos a nivel de administración de cumplimiento normativo que particularmente consideramos de interés dado a los cambios recurrentes que experimenta dentro de un entorno empresarial. Entre ellos se encuentran los siguientes:

• • • • Diversidad de Obligaciones: En el caso de organizaciones que operan en distintas localidades, se enfrentan al reto de tener diferentes regulaciones propias de cada jurisdicción donde operan. Cumplir con estas normativas heterogéneas puede representar un desafío logístico y estratégico, dado que frecuentemente pueden presentarse contradicciones entre las regulaciones de diferentes áreas operativas, especialmente en aquellas que se localizan en distintos países. En este contexto, el responsable de cumplimiento debe realizar una evaluación meticulosa de las regulaciones para determinar qué aspecto debe tener prioridad sobre otro.
      • Revolución Tecnológica: El constante progreso tecnológico plantea importantes implicaciones en el ámbito normativo. Las empresas deben adecuarse a la innovación tecnológica y comprender cómo ésta afecta su cumplimiento regulatorio. Este desafío se presenta desde dos perspectivas: En primer lugar, los retos inherentes a las nuevas tecnologías y las implicaciones legales y regulatorias asociadas con su implementación. En segunda instancia, se encuentra la resistencia a adoptar estas nuevas tecnologías para la gestión del cumplimiento normativo, ya que migrar de métodos tradicionales, como hojas de cálculo, a plataformas especializadas implica un cambio organizacional. Por fortuna, las plataformas actuales son cada vez más intuitivas y fáciles de usar, con inversiones y curvas de aprendizaje cada vez más accesibles.
      • Alineación Estratégica: La gestión del cumplimiento normativo debe alinearse con la estrategia general de la organización. El desafío se centra en transformar un tema que históricamente se consideraba puramente administrativo en un aspecto estratégico de la empresa, lo cual requiere el respaldo y la participación de la alta dirección.

Fuente: Newtech Solutions Group