La biometría de voz es el resultado de aplicar procesamiento a la voz para la creación de una huella identificadora de forma unívoca a cada ser humano, del mismo modo que una huella dactilar.

Este método es más popular cada vez dada su gran versatilidad, pues permite crear experiencias sin fricción y no requiere que el usuario tenga un terminal inteligente; con proporcionar una buena calidad de voz para que la identificación sea hábil y esto significa extender una forma de seguridad muy robusta hasta la base de la pirámide.

Actualmente, se considera este mecanismo muy poderoso como medio de confirmación de identidad para todo tipo de plataformas transaccionales como portales web, centros de contacto, aplicaciones móviles, portales de voz o WhatsApp ya que, al conjugarlo con otro factor de verificación, se obtiene un 99 % de certeza en el proceso de identificación.

Se prevé que la adopción de la biometría de voz puede beneficiar la digitalización de la banca y la de muchos otros ámbitos como las relaciones con el estado o los servicios de salud. La digitalización impulsa la democratización de todos los servicios y no hay nada más democrático que identificar a una persona por su voz cuando se puede hacer incluso con el más sencillo de los terminales telefónicos.

En la biometría de voz hay dos opciones de operación, ambas con una amplísima aplicación: la biometría activa donde se solicita al usuario decir una frase que será usada como clave o confirmación de vida, generando un mayor nivel de certeza en la identidad y la llamada biometría pasiva, que permite tanto el enrolamiento como la verificación sin la intervención consciente del usuario, es decir, el usuario puede estar hablando y en ese momento sin notificación alguna el sistema, crea una huella de su voz o, en caso de que dicha huella ya exista, el sistema puede estar confirmando su identidad.

Los aspectos esenciales de un sistema de biometría de voz son:

  1. Que las huellas puedan extraerse de forma pasiva o activa.
  2. Que las huellas reposen en el perímetro de seguridad del cliente.
  3. Que las huellas estén almacenadas en un formato que las haga inútiles en caso de robo o copia.
  4. Que la huella pueda ser una para todos los canales de atención, permitiendo ser usadas en todos los canales (Atención con agentes virtuales, servicio vía WhatsApp, atención por humanos, aplicación móvil o portal web).
  5. Que el tiempo de verificación sea razonable.

La prevención de fraudes utiliza la biometría de voz como gran aliado de la seguridad, por ejemplo, si un usuario genera una transacción que no encaja con su comportamiento usual, recibirá un mensaje para confirmar la operación con su voz a través de la misma aplicación o vía WhatsApp. Así, el operador tendrá certeza de la validez de la transacción y el usuario reforzará la confianza en su proveedor de servicios financieros frente a la seguridad de sus recursos.

Fuente: Newtech Solutions Group

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