El contactless o tecnología para pagos sin contacto es una tendencia mundial que cada día gana más espacio en la cotidianidad de los ciudadanos del mundo.

Aunque el uso de esta tecnología no es nuevo, la pandemia puso las condiciones necesarias para que sus ventajas sean justo lo que hacía falta, ya que la manipulación de dinero o de tarjetas de crédito y débito constituyen una preocupación ante la posibilidad de contagio.

¿Qué es el contactless?

Es una tecnología de comunicación sin contacto que permite a cualquier usuario realizar un pago con tan solo acercar su tarjeta o dispositivo inteligente a una terminal sin la necesidad de tener que hacer uso del lector de banda magnética o el lector de chip. Funciona gracias al NFC -Near Field Communications-, una tecnología inalámbrica de corto alcance que permite la transmisión instantánea de datos entre dispositivos. Así, el contactless permite enviar y recibir la información relativa a la autorización del pago entre los terminales de venta y las tarjetas de crédito o celulares.

El principal beneficio de esta tecnología es la experiencia efectiva para desplazar el efectivo, logrando pagos rápidos y ágiles, proporcionando facilidades de pago a sus clientes; así como los beneficios para los bancos emisores, como incrementar transacciones de pequeños montos y participar en nuevas categorías de aceptación, acelerar su transformación digital, impulsando la preferencia por sus productos y desarrollando nuevos usos de pago basados en la combinación de sistemas token, tecnología biométrica, NFC y la segmentación de sus clientes.

¿Es esta tecnología segura?

Esta es una de las preguntas más comunes a la hora de utilizarlas, pues, a fin de cuentas, el pago se realiza sin tener que introducir el PIN. Al menos, eso sí, hasta un límite, por tanto, cualquiera podría usar la tarjeta para pagar con ella.

 Puede surgir la duda de qué pasaría si acercamos la tarjeta por error a un punto de venta o incluso que pasaría si alguien, de forma malintencionada, acerca un terminal a nuestro bolsillo. Definitivamente, esto puede ocurrir en lugares muy concurridos. Pero este supuesto no es sencillo. Lo primero, por la propia naturaleza de la tarjeta: habría que acercarla demasiado y al estar en el bolsillo o cartera aún más. Pero, además, solo puede transaccionarse a través de TPV verificados, con un registro previo. Siempre podríamos denunciar en caso de algún fraude y reclamar el dinero.

Pero sí, definitivamente el riesgo existe. Aunque la opción de que nos roben con la tarjeta contactless sea remota, está ahí. No obstante, el máximo que nos podrían robar es el límite de esa tarjeta. Más allá de esa cantidad sería necesario poner el código PIN.

Fuente: Newtech Solutions Group

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